Hace unos pocos días tuve un sueño bastante extraño. Cuando desperté pensé en apuntarlo para subirlo al blog y aquí está. Lo transcribo tal y como lo anoté:
“Esta noche he soñado algo bastante difícil de describir, tanto por el propio sueño, como por el olvido que gradualmente se lo va comiendo.
El sueño consistía, hasta donde yo recuerdo, en un viaje que debía hacer a algún lugar. Para ello tomaba una especie de avión/tren/autobús (en el propio sueño se mezclaban y la memoria no me permite recordar cómo era exactamente). Detrás de mí, sentados en sus asientos, una niña y su padre. Yo le hacía burlas a la niña, ella no se movía, era el padre el que respondía con burlas y gestos.
En un momento dado, miraba por la ventanilla y veía, como en un tren, pasar el paisaje, los pueblos, las ciudades, la gente. Mientras, el transporte se iba elevando, ascendiendo. Me sentía lleno de angustia, no quería abandonar todo aquello, deseaba quedarme en cada instante, en cada imagen eternamente, en cada pueblo, habitar toda una vida en cada edificio, ser amigo de cada persona, pisar cada prado. No deseaba que el transporte siguiera avanzando.
Fue entonces cuando el piloto dijo por megafonía que alguien estaba impidiendo que el transporte despegara, que debíamos relajarnos y pensar hacia adelante y no desear quedarnos en el pasado.
Lo intenté. El paisaje comenzó a volverse borroso cuando, de súbito aceleramos. La velocidad me impedía distinguir cada cosa. Entonces me entró la nostalgia de nuevo y quise contemplar el paisaje. Solo con desearlo aminorábamos la marcha y podía volver a mirar, con angustia, por la ventanilla.
El padre del asiento trasero, antes tan amable, estaba indignado, quería llegar a tiempo. Entonces la niña hizo algo que me distrajo. Una juguetona burla a la que yo respondí. Así, continué el viaje, distraído con la niña y sin volver a mirar por la ventanilla, por lo menos hasta llegar a una parada de descanso en un pueblo manchego donde sonó mi despertador.”
Tengo mucho sueño y mañana me toca madrugar, así que me abstendré de comentar, que cada uno saque las conclusiones que quiera y si alguno se atreve a interpretarlo, su comentario será bien recibido.
P.D. Perdonad si el texto no se entiende del todo bien, cuando lo escribí estaba recién levantado.
domingo, 5 de julio de 2009
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